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La Real quiere encarrilar esta noche la salvación frante al Real Madrid

La Real quiere encarrilar esta noche la salvación frante al Real Madrid

La Real visita hoy (20.00 horas) el Santiago Bernabéu en busca de un triunfo de prestigio que encarrile la salvación. El equipo de Bakero no saldrá a cerrarse y quiere derrotar al Madrid a base de buen juego y ataque.

Hoy es un gran día para reivindicarse. Igual que hace tres temporadas la Real recibió la bendición para poder luchar por el título tras realizar un soberbio partido en Madrid, esta tarde el equipo puede conseguir el salvoconducto para mantenerse en Primera con todo el derecho del mundo, y es que el Bernabéu sigue siendo la medida para muchas cosas en esta Liga.

Todo el mundo tiene mucho que ganar hoy en Madrid. Un triunfo lanzaría al equipo hacia arriba y le pondría la salvación a tiro, con 34 puntos a falta de seis partidos, tres en casa. Además, es un escenario inmejorable para que los jugadores defiendan su verdadero valor individual, muy cuestionado durante toda la temporada. Este asunto, que la mejora del equipo viene de la mejora personal de cada jugador, es una de las ideas que transmite siempre Bakero.

El Bernabéu es un campo lleno de oportunidades para los realistas, pero lleno también de peligros, como resulta evidente. El Real Madrid, uno de los mejores equipos del mundo, cuenta con una plantilla impresionante y mantiene un objetivo claro, que es asegurar el segundo puesto liguero para eludir la previa de la Champions en verano. Quizá no sea demasiado para un equipo que lleva tres temporadas sin conseguir un título, pero a nivel organizativo y de planificación es importante.

Aunque José Mari Bakero ha preferido ponerse la piel de cordero, la Real va a salir hoy a ganar el partido, cuyo planteamiento puede ser bastante distinto al que algunos esperan, sobre todo en Madrid. La Real va a buscar el balón desde el principio y va a tratar de construir juego, persuadida de que la mejor manera de neutralizar el fútbol de los blancos es quitarles el balón.

Saber sufrir

Para ello, no sería extraño que Bakero optase por repetir la pareja de pivotes del partido contra el Málaga, Garitano y Novo, en lugar de elegir a jugadores de corte más defensivo para acompañar al vizcaíno, como Viáfara o Mikel Alonso. Esta apuesta, con otros cuatro hombres de ataque por delante, obligó al equipo a sufrir en la contención con el colista durante algunos minutos. Sin embargo, el entrenador, lejos de sentirse preocupado por ello, aseguró que los jugadores deben entender que sufrir en determinadas fases de los partidos y recibir goles son lances naturales del juego y como tales hay que asumirlos.

El equipo llega al Bernabéu cargado de moral tras su amplio triunfo ante el Málaga y dispuesto a dar la sorpresa. Bakero podría optar por repetir todo el eje defensivo de aquel partido y jugar con Riesgo en la portería, Rekarte, Ansotegi, Labaka y Garrido en defensa, con Garitano y Novo por delante de ellos, de pivotes.

De producirse cambios en la alineación, podrían llegar del centro del campo en adelante. Bakero dejó entrever que haría alguna modificación y cabe pensar que el objetivo sería buscar más trabajo para robar el balón, lo que podría llevar a la suplencia a alguno de los delanteros con la idea de que el elegido entrase fresco en la segunda mitad para tratar de aprovechar el trabajo previo de sus compañeros.

Si esto fuera así, Stevanovic y Uranga tendrían opciones de jugar de salida en detrimento de un punta, que podría ser Nihat, cuya velocidad entrando fresco en el segundo tiempo resultaría muy peligrosa si el partido siguiera abierto. Un tridente ofensivo (Mark González, Nihat y Skoubo) renunciando a las bandas (Prieto) para fortalecer el centro (Viáfara) como en Getafe podría ser otra alternativa.

El Madrid, temible

Enfrente estará el Real Madrid, que pese a las bajas y a la tiranía del Barcelona en la Liga sigue siendo un equipo temible. El equipo blanco no necesita dominar el juego para sentirse cómodo y ese es uno de los peligros que debe observar la Real. El Madrid puede dejar al rival que domine, que piense que es superior para justo en ese momento rematarle con dos o tres golpes certeros de sus estrellas. Sin embargo, éste no está siendo su año en el Bernabéu y la Real lo puede aprovechar.

El Real Madrid es un equipo imprevisible, que muchas veces juega a impulsos y reacciona ante estímulos inesperados. No importa que esté jugando bien o mal, porque de repente empieza a funcionar y resulta letal. La pléyade de estrellas con que confecciona su once hace también complicado un planteamiento defensivo, ya que no hay alguien concreto a quien marcar, como en la mayoría de los equipos, sino que prácticamente todos sus hombres tienen capacidad de decidir.

La Real necesitará hacer un gran partido para ganar. Lo hizo hace tres temporadas, hace dos y la campaña pasada. La interrupción por el aviso de bomba de hace un año provocó una reanudación y una derrota inmerecidas, en el fondo y en la forma, que muchos realistas quieren vengar esta noche, aunque ninguno lo reconoce en público.

La cabeza va a jugar un papel fundamental. Recuperar el estado anímico de los jugadores es la obsesión de Bakero desde que llegó, mucho más que perfeccionar aspectos técnicos o tácticos. Esta semana han sido varios los realistas que han asegurado que este partido es como todos, once contra once, que los jugadores del Madrid no son monstruos y que hay que jugar. El mensaje de Bakero parece haber calado pero, como siempre, el movimiento se demuestra andando y el fútbol, en el campo. A partir de las ocho.

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