No va más: la Final Four, en juego
No va más. Todo o nada. Es la apuesta del TAU esta tarde (19.45, La 2) en el Pabellón OAKA de Atenas. Al otro lado de la pista, con el mismo riesgo en la mochila, el Panathinaikos. El ganador se meterá en la Final Four de la Euroliga, para la que ya está clasificado el CSKA de Moscú y a la que aspiran también los ganadores del Maccabi-Olympiacos (hoy) y del Barcelona-Real Madrid (mañana).
La empresa no es sencilla para los vitorianos, que ya perdieron (84-72) el primer partido en pista griega. Al respecto, su entrenador, Velimir Perasovic, señala que «en aquella ocasión ellos anotaron muchos puntos en contraataque después de nuestras pérdidas de balón, por lo que en esta oportunidad será muy importante comenzar bien el partido, concentrados en todo momento y sin cometer los mismos errores de entonces».
Reconoce el técnico del TAU que «es muy difícil hablar, a priori, de cómo transcurrirá el partido decisivo, pero creo que lo más importante será salir muy mentalizados a la cancha, sabiendo que nuestros adversarios van a jugar un baloncesto muy duro y muy agresivo, con presión en toda la pista y en la frontera de la falta personal».
Precisamente la tradicional dureza de los equipos griegos, acentuada desde que Obradovic está en el banquillo del Panathinaikos, y la permisibilidad de los árbitros, habitualmente impresionados por la fiereza de los seguidores helenos, son los dos aspectos que más preocupan a los jugadores del conjunto vitoriano. Scola resalta que «será un partido durísimo en el que los árbitros se equivocarán, como nos equivocamos todos. Creo en su buena fe. Al final, en la pista somos cinco contra cinco y pueden pasar muchas cosas».
La empresa no es sencilla para los vitorianos, que ya perdieron (84-72) el primer partido en pista griega. Al respecto, su entrenador, Velimir Perasovic, señala que «en aquella ocasión ellos anotaron muchos puntos en contraataque después de nuestras pérdidas de balón, por lo que en esta oportunidad será muy importante comenzar bien el partido, concentrados en todo momento y sin cometer los mismos errores de entonces».
Reconoce el técnico del TAU que «es muy difícil hablar, a priori, de cómo transcurrirá el partido decisivo, pero creo que lo más importante será salir muy mentalizados a la cancha, sabiendo que nuestros adversarios van a jugar un baloncesto muy duro y muy agresivo, con presión en toda la pista y en la frontera de la falta personal».
Precisamente la tradicional dureza de los equipos griegos, acentuada desde que Obradovic está en el banquillo del Panathinaikos, y la permisibilidad de los árbitros, habitualmente impresionados por la fiereza de los seguidores helenos, son los dos aspectos que más preocupan a los jugadores del conjunto vitoriano. Scola resalta que «será un partido durísimo en el que los árbitros se equivocarán, como nos equivocamos todos. Creo en su buena fe. Al final, en la pista somos cinco contra cinco y pueden pasar muchas cosas».
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