YO QUE TÚ NO LO HARÍA, BAKERO
Enrique marín;AS;
Aunque sólo sea por aquello de que lo cortés no quita lo valiente, adjetivos ambos que además ilustran a Bakero, vaya por delante que, en mi opinión, José Mari está intentando, más que salvar, enmendar el desaguisado al que él contribuyó desde la dirección deportiva. Cierto que apenas tuvo tiempo y medios para arreglar los muchos errores cometidos por su antecesor. Pero la responsabilidad es la responsabilidad y lo que ha pasado es lo que tenía que pasar. De momento, la presencia de Bakero en el banquillo está teniendo el efecto buscado. Al contrario de lo que está sucediendo en lugares como Málaga, Santander o Mallorca, donde los nervios están convirtiendo los entrenamientos en auténticos polvorines, en Zubieta el ambiente no sólo es cordial, sino incluso animado. José Mari ha logrado desde su experiencia como gran ex futbolista lo que Gonzalo Arconada no pudo desde su inexperiencia como entrenador de Primera. Su discurso es directo, con pocos conceptos, pero muy claros. Estimulando el ánimo y la autoestima por encima de todo.
A la Real le restan cinco obstáculos para evitar lo que hace tres semanas parecía inevitable. Bakero aún tiene mucho trabajo en un vestuario donde la presencia de otro ilustre como Meho Kodro también está sirviendo de estímulo. Pero si finalmente la Real salva la categoría -vayan pensando la penitencia- Bakero deberá pensarse muy mucho si regresa a su despacho o se aferra al banquillo. Pues yo que él no lo haría. Aunque lo primero es lo primero.
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hernatxi -