¿Es Perdidos el futuro de la televisión?
Las series de culto han dejado de ser minoritarias, o así lo afirma un reportaje de la revista Time sobre Perdidos que se atreve a asegurar que ése es el futuro de la televisión; un producto complejo, que requiere de cierta atención y fidelidad por parte de sus seguidores, que se ven premiados con guiños privados en cada capítulo sólo para ellos, y para los que Internet juega un papel muy importante. La red no sólo sirve para que los fans intercambien opiniones, teorías sobre lo que de verdad pasa en esa isla y fotos y vídeos hechos por ellos, sino que también es un medio de retroalimentación hacia los creadores de la serie, que están muy atentos a lo que especulan sus seguidores. Por ejemplo, el año pasado dedicaron todo un capítulo a desmontar, sembrando de paso nuevas dudas, una de las teorías más populares en los foros interneteriles, que afirma que todo lo que sucede en la serie es un delirio de la mente trastornada de Hurley.
La propia trama de Perdidos y los juegos y estrategias lanzados a través de Internet, como The Lost Experience, han servido para que se convierta en un éxito masivo y global, con audiencias de 20 millones semanales de espectadores de media, lo que no estaba al alcance ni de Expediente X en sus buenos tiempos. Sin embargo, y como se apunta muy acertadamente en Todo sobre la tele, esta serie no es, en el fondo, tan diferente de otros títulos que consiguen un culto, pero no el millonario seguimiento que sólo puede proporcionar el prime-time de una cadena generalista. La historia, la “mitología” de la serie es difícil de seguir para los que no sean espectadores asiduos, no se adscribe a ningún género en concreto, aunque parezca escorarse más hacia el thriller de ciencia ficción, y todo ese revuelo en Internet puede echar para atrás a los seguidores más convencionales, para los que puede parecer una serie de frikis y para frikis. No deja de ser sorprendente que Perdidos haya traspasado la frontera del culto para enterados y haya sobrevivido allí donde otras series que, a priori, tenían sus mismas posibilidades de funcionar, no lo lograron en su momento, caso de Firefly.
La televisión por cable es un terreno abonado para que estos programas diferentes lleguen a una audiencia que genere un culto a su alrededor. Otra revista estadounidense, Entertainment Weekly, se ha ido a un canal temático para encontrar otra serie de culto, éste sí minoritario, pero prestigioso, que puede estar a punto de dar el salto hacia algo mayor. En las dos temporadas que lleva en antena, Battlestar Galactica se ha ido convirtiendo en uno de los mejores shows de la televisión americana, puesto por los críticos al lado de 24, The Wire, Los Soprano o The Shield. Aunque se enfrenta al hándicap de la serie original de 1978 cuya premisa actualiza, ha logrado una base de fans nada despreciable y también ha empleado Internet para intentar ampliarla, con unos webisodios que conectan la segunda con la tercera temporada y que casi han alcanzado los dos millones de descargas.
El premio Peabody que recibió este verano y la expectación que se ha ido creando ante una tercera temporada que promete el más difícil todavía, son indicativos que SciFi Channel ha utilizado para decidirse a apostar por ella definitivamente como el producto estrella de su programación. Así que los nuevos capítulos llegarán en octubre, rompiendo la tradición del cable de estrenar sus series en verano, y poniendo a Battlestar Galactica en el mismo escaparate que los shows emitidos en abierto.
Por supuesto, esta temporada hay otras series minoritarias que tienen ante sí la oportunidad de arañar parte del éxito del que disfruta Perdidos, y muchas esperanzas están depositadas en Veronica Mars. Su paso a un canal como The CW, con una difusión mayor que UPN, no deja de ser un arma de doble filo, pero es su ocasión de dar un salto en cuanto a número de espectadores, salto que, por otra parte, necesita imperiosamente si quiere llegar a la cuarta temporada.
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